miércoles, 12 de abril de 2017

Francosas: Los papás que pegan...

Ayer mientras Franco hacía un volcán en su arenero me dice:
 - Mami, yo creo que los papás que pegan son como niños. Porque no aprendieron a no pegar, porque no les enseñaron, y se quedaron como niños.

A veces lo escucho y siento que nacemos con una lógica natural, que se nos va atrofiando con los años con tanta información basura que nos llega. Y a veces también me hace olvidar que estoy hablando con un niño 4 años. 
A los 3 y medio una vez me preguntó para qué la gente iba a los cementerios, si sus familiares ya no estaban ahí. 

sábado, 1 de abril de 2017

¿Estaremos ya en edad de cine?

Hoy fuimos por primera vez con Franco al cine. La verdad es que con la poca tele que ve, no nos habíamos atrevido, pensando que se iba a aburrir. Aunque ya muchos compañeros iban desde los 2 años o menos, y él ya estaba curioso por saber cómo era, habíamos preferido esperar. Hasta que salió la versión en personas de "La bella y la Bestia". 
Pensamos que sería una buena opción, porque es una película que ya conocía, que no le asustaba porque sabía que terminaba bien, y porque además suele aguantar mejor las pelis o documentales con personas que con monitos (creo que porque hay menos cambio de cámara). Pero el par de papás loquitos, no se fijaron que la cosa duraba más de 2 horas.

¿Aguantó? Si. ¿Se aburrió? Si. Incluso me dijo que quería irse en la mitad, y le pregunté si podíamos esperar un poco que venía el baile, y que luego yo me salía con él. Pero después del baile no quiso salirse, porque estaba esperando ver la pelea. Al final la vio completa, y fuimos los últimos en salir del cine porque se quedó escuchando la canción completa. 

Nos dijo que le gustó la pantalla gigante, le gustó que estuviera fuerte, que apagaran las luces. Pero que no le gustó no poder salir, no poder ponerle pausa, ni comer taaantas cabritas (le dejamos el paquete a él a ver si aguantaba más tiempo, y terminó mareado de tanta azúcar). 

En resúmen, nos dijo que quería volver a ir en unos cuantos años más. Por ahora, mejor la tele, y de a poquitos ^_^

miércoles, 1 de marzo de 2017

Una nueva etapa

Mi pequeño grandote, hoy comienza una nueva etapa en tu vida. Esperamos haber elegido el colegio correcto para ti, en el que puedas disfrutar y aprender con ganas todas esas cosas que te gustaría saber, hacer amigos, y sobre todo, sentirte libre de ser tú mismo. 

domingo, 1 de enero de 2017

Sana sana, patitas de rana

Se fue el 2016 con un último día de esos que quieres olvidar. Con una cafetera que no quiso acompañarnos al nuevo año y se desfondó dejando caer todo el café recién hervido en las patitas de mi enano. Creo que nunca olvidaré esos gritos, su repetida pregunta de ¿cuánto va a durar?, la opresión en el pecho, y la canción del caracolito agustín que me ayudó a transmitirle un poco de calma (y que no sé si podré volver a cantar sin que me den ganas de llorar). Y el dolor pasó, y sentí una mezcla entre alivio y preocupación por esas patitas llenas de ampollas, incluída la más grande que he visto en mi vida, y que sin embargo no dolían. 

Y empezó un nuevo año con un nuevo reto, y mi niño grande aguantó en pabellón, sin nuestra compañía, mientras le hacían la primera de muchas curaciones que vendrán. Y salió con sus patas más envueltas que astronauta, diciéndome que había tenido susto pero que no le dolió "ni un pelito". Esa tarde se quejó sólo una vez (por el calor), y esa misma noche ya saltaba, bailaba y hasta jugaba futbol en puntas de pie, mientras yo, con la guata apretada, pensaba para mi: ¿cuántas veces este mes tendré que pedirle que se cuide los pies? 

Y como algua vez escuché, parece que el dolor te hace crecer. Y hoy, nuestro pequeño gigante nos pidió dormir en su propia pieza, dejando eso si su cama de siempre en la nuestra por si nos quería venir "a visitar" de noche, o para cuando vinieran visitas que necesitaran usar su pieza. 
Juntos pusimos la cama pequeña que esperaba esta ocasión, ordenamos, y les cambiamos el nombre a "la pieza de dormir" y "la pieza de jugar", para pasar a llamarlas "la pieza de los papás" y "la pieza de Franco".

Será un mes de muchas curaciones (pero ahora conmigo tomando su manito, según prometió el cirujano), de calor, de piscina guardada y arenero cerrado, sin taller de verano, ni bicicleta, ni guerras de agua. Pero tendremos helados para el calor, puzzles y muchos lápices, bloques, legos, memorice, ludo, pistas de tren, y paseos igual (aunque sean a upa). 

Terminé el año con dolor, con rabia, con impotencia y rebeldía... pero ahora que recuerdo su carita mirando hacia arriba en el momento en que la cafetera se rompió, parto este nuevo año agradeciendo que hayan sido sus pies, y no esos ojitos que me iluminan la vida. Y con confianza en que la piel de los niños regenera más rápido. Será un mes duro, si, pero que estaremos mas juntos que nunca.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Cosas que pasan con las cabritas

Siempre pensé que el primer hueso o diente roto sería por un porrazo, conociendo lo intrépido y medio loquillo que es mi enano. 
Pero quebrarse la paleta delantera comiendo cabritas en la "cinetón" del jardín, no, definitivamente no me lo esperaba. Y menos que no me diera cuenta hasta el día siguiente. Lavándole los dientes le digo:
- Franco te quebraste un diente!!!
y él con toda naturalidad y calma me responde:
- Ahhh, si, ayer con las cabritas 
(y ni a las tías del jardín le avisó). 

Al menos no le dolió, y ahora nos parecemos un poco más (aunque la mía si fue porrazo jajajaja)

viernes, 22 de abril de 2016

Grafomotricidad para hijos de astrónomos

Mi pequeño duende tiene la costumbre de tomar un libro, cualquiera, y empezar a hojearlo (sobre todo si es uno de los papás, que no conoce). 
Hoy, mientra hojeaba uno de astronomía sobre estrellas binarias, se encontró con una curva de luz. 

Puso cara de felicidad (o cara de "esto lo conozco") y pasó su dedito por encima, uniendo imaginariamente los puntos. Cuando terminó, me dijo con su carita llena de orgullo:

- Mami, en mi "tabajo" también hacemos eso. 

Esa inocencia que me derrite <3




lunes, 4 de enero de 2016

Los libros rotos

Hoy quiero contar uno de esos ejemplos, de cómo si se pueden enseñar sin necesidad de recurrir a castigos, amenazas o golpes, y cómo esas enseñanzas perduran en el tiempo. 

Franco va al jardín desde pequeñito. Sin familia cerca ni nadie de confianza que lo cuidara, tuve la suerte de encontrar un lugar que me dio confianza, y donde estuvo por más de dos años al cuidado de la mejor tía que le pudo tocar. Su tía Sandra pasó a ser su segunda mamá, e incluso preguntaba por ella los fines de semana, o durante las vacaciones. Ella tenía una particularidad que no me ha tocado ver en otra educadora. Se preocupaba de la consistencia. De que el niño en el jardín recibiera un trato similar (dentro de lo posible) al que le damos en casa, especialmente en los momentos de conflicto. No sé si lo había leído o estudiado, pero lo cierto es que la consistencia es uno de los pilares para que un niño asimile las reglas o normas de conducta más rápido, y por eso agradecí mucho que se preocupara de eso. En reunión con los padres, nos preguntaba cómo corregíamos las actitudes negativas. En esas reuniones yo le expliqué que a Franco nunca lo habíamos castigado, menos golpeado, ni tampoco usábamos premios. Que alguna vez se me ha salido un grito (que tampoco soy una santa y a veces me agarra un día agotada o estresada por algo del trabajo), pero que en esos casos le pedía disculpas y le explicaba que la mamá también tenía días malos, aprovechando así de sacar algo positivo de mi descontrol. Le expliqué que cuando hacía algo que nos parecía mal nos agachábamos a su altura para ayudar a conectar, tratábamos de empatizar para asegurarnos de que nos escuchara, y luego le explicábamos con tono amable, pero serio, por qué eso no se hacía. Y que cuando era posible, buscábamos alguna forma de remediar lo que había hecho. No sé si la tía Sandra me tomó por loca o hippie en su momento, o si le pareció bien lo que hacíamos, porque tenía esa capacidad que tienen algunos de mantener “cara de poker” para que no supieras lo que estaba pensando. Pero muchas veces me di cuenta de que ella resolvía los conflictos con Franco de esa misma forma (se agachaba, le explicaba...). Un día al ir a buscarlo, poco antes de cumplir los 3 años, la tía me contó que él había roto un par de libros. Mi primera reacción fue de preocupación, porque le hemos inculcado el amor y respeto por los libros desde que tenía meses, y le gustan tanto que se duerme leyendo cada noche y no hay viaje al que podamos ir sin ellos. Cuando compramos uno nuevo no hay nada más importante para él en el mundo que leerlo ya mismo. Si había roto un par de libros es que seguramente estaba sintiéndose mal por algo. En vez de castigarlo, la tía nos mandó los libros en la mochila para que los reparáramos. Llegando a casa le pregunté qué había pasado ese día, y efectivamente estaba enojado por algo que ya ni me acuerdo (parece que lo malo se olvida fácil). Entonces le expliqué que había otras formas de expresar el enojo, pero que romper los libros de la sala le hacía daño a él y también a sus compañeros, porque a todos les gustaba mirarlos o que las tías se los leyeran. Los reparamos como pudimos, pero le mostré que igual habían quedado feos, y decidimos juntos que él llevaría uno de sus libros de regalo para compensar el daño. Le costó elegir uno, porque a esa edad les cuesta mucho desprenderse de sus cosas, pero lo hizo sin necesidad de que lo obligara. Al día siguiente llegó feliz del jardín. Me contó que su tía lo había llevado adelante y les había mostrado a todos cómo habíamos reparado los libros, y cómo había compensado el daño regalando uno de los suyos. Eso lo hizo sentirse orgulloso y feliz, y no volvió a hacerlo. 

Esa experiencia, positiva, le había enseñado mucho más que un castigo.


Enseñémosle a los niños las consecuencias de sus actos y las formas de solucionar los problemas. Que no dejen de hacer las cosas por miedo. Recordemos que para ser adultos respetuosos, primero debemos haber sido niños respetados

martes, 22 de diciembre de 2015

Hace poco leí un estudio que decía que se ha observado que el estrés y la ansiedad de los niños, en promedio, se eleva en diciembre. En un niño estresado o ansioso, es más recurrente que haya rabietas, rebeldías, cambios de comportamiento ("inexplicables" para los padres que no se dan cuenta de lo que, muchas veces, ellos mismos están causando). 

Muchos niños viven bajo amenaza estas fechas. 
"Si te portas mal no habrá regalo"
"Recuerda que Santa te vigila"
"Tienes que ser un niño bueno para que te traiga tus regalos". 
Y santa pasa de ser algo mágico y lindo, a ser una herramienta de premiación o castigo. Si hasta he visto que lo usan para forzar a los niños a comer, e incluso para intentar que aprendan a ir al baño (porque "santa no visita a los niños que se hacen pis encima", imagínate). 
Y así mismo está lleno de niños estresados, y que apenas ven a un santa en el centro comercial se ponen a gritar del susto... miedo a ese viejo desconocido que los vigila.

En el jardín de mi hijo me han dicho que está rebelde estas últimas semanas. Y si que lo está (coincidiendo con que está llegando a los 3 años y la etapa de rebeldía es parte de su desarrollo sano y normal). 

En casa no usamos a santa para amenazar. Le hemos explicado que nos damos regalos ese día porque nos queremos, y que santa le traerá su bici porque ya le mandamos los materiales para hacerla, y que eso no depende de cómo se porte. Que él se porta como un niño, y si nos "portamos bien" (algo muy relativo según quien evalúe lo que es buen comportamiento), es porque de esa forma nos llevamos mejor con la gente, vivimos en armonía, y nos hace sentir bien a todos. 

Pero en el jardín si que usan a santa como amenaza. Si hasta les han dicho que el viejo los mira por las cámaras, o que llama por teléfono para saber cómo se están portando. Y en la calle, muchos vecinos con los que casi no hablamos se acercan en esta época a preguntar si "se portó bien el niño". Si hasta en el supermercado, cuando se acerca a saludar a uno de los señores vestidos de duende (esos que él cree que son ayudantes de santa), le preguntan qué pidió y si se portó bien para que se lo traiga. Y ahí estoy yo detrás, explicándole una y otra vez que eso lo dicen porque no saben, que esos no son ayudantes de santa de verdad, o lo que se me ocurra en el momento, que pueda entender un niño de 34 meses, y recordándole una vez más que nos portamos bien porque nos sentimos bien haciéndolo, y porque él ES un niño bueno. 

¿Cómo no va a subir su nivel de ansiedad con tanta información contradictoria? 
¿Qué genera eso en un niño? 
¿Cómo escapar de la "amenaza" de la navidad, sin dejar de vivir la "magia" de la navidad? 

La verdad es que a estas alturas del año, ya quiero que sea la noche de navidad, ver su carita al ver su bicicleta, y que no haya más amenazas hasta el próximo año, en que estará más grande para explicarle mejor las cosas.

Deberíamos tomar conciencia del daño que hacemos al usar al pobre viejo de rojo como una amenaza. Los niños merecen vivir la magia de la navidad, sin condiciones. Portarse bien condicionado a un premio no es aprender el valor real de hacer las cosas bien, sino que sólo los convertirá en adultos que actúan por interés. 

¿Quieres que tu hijo siempre haga las cosas buscando una recompenza? La educación real, no se basa en premios ni castigos, no condiciona el actuar en base a motivaciones externas. La educación de verdad, esa que deja huellas y personas con valores reales, requiere paciencia y mucha explicación, sobre las consecuencias reales del actuar. Toma más tiempo, sobre todo en los primeros años que el niño no entiende mucho, pero a la larga se vuelve más simple, porque generas una relación de amor y respeto con tu hijo, y no necesitan rebelarse para llevarte la contra en cosas que no entienden. 

viernes, 23 de octubre de 2015

Absurdos de la carretera

Manejando por el camino la pólvora rumbo al trabajo, de repente me topo con un pony! En la pista de al lado, un camión a la misma velocidad del pony. El chofer fumando y riéndose. Así estuvimos por 3 kilómetros, yo compartiendo en parte la risa del chofer (nada arruina la felicidad de un viernes), esperando a ver cuánto tiempo se iban a tardar en comenzar a sonar las bocinas de los autos que se acumulaban detrás mío.


Cosas surrealistas de algunas mañanas que te hacen llegar tarde al trabajo. Por suerte no tengo horario fijo 
:

lunes, 17 de agosto de 2015

Uno, dos y tres, y.... JUAN

Hoy entendimos uno de los misterios de las últimas semanas. 
Franco llevaba un tiempo en que antes de saltar contaba diciendo: 

- Uno, dos y tres, y.... JUAN!.

Hoy cuando le estaba preguntando qué había hecho en el jardín me dice:
- Apendimos las letras. 
- ¿cuáles letras?
- Esas: JUAN, CHU, TRI, FORT, FAT!

😄

sábado, 15 de agosto de 2015

Casi Des-tete y Re-tete... Y ni yo me creo que ya son 30 meses

Confiezo que antes de ser madre no sabía practicamente nada de lactancia, y las experiencias familiares que me había tocado ver eran de teta con horarios, con cronómetro por lado, y el "se me acabó la leche" a los 3 o 4 meses. Yo misma no tomé más que eso según mi madre (a quien también "se le acabó" a esa edad), y lo veía como lo normal. Aunque si había un par de historias de lactancias más extendidas en la familia. Mi propio padre tomó hasta los 2 años, y su hermano hasta los 5. Pero como crecieron en Yugoslavia en una época de post guerra, se contaba como una "anécdota" familiar, quizás hasta con la excusa de "es que no había otra cosa". Y cuando él contaba orgulloso que gracias a eso eran tan sanos, yo pensaba para mi misma "gracias a eso no se murieron". ¿2 años, 5 años? No, nunca me imaginé amamantando a un niño que ya caminara o hablara de corrido.

Pero un día de febrero llegó mi duendito a cambiarlo todo. Aunque no nació como queríamos, y se fue con su papi mientras a mi me cosían la herida de una cesárea (que podría haberse evitado con más información), una hora después nos encontrábamos juntos al fin, comenzando, entre otras cosas, esta lactancia que ha ido mucho más allá de lo que alguna vez imaginé. 

Me habían advertido de lo doloroso que era amamantar, de las grietas en el pezón. Incluso me habían regalado crema de lanolina y pezoneras de silicona para cuando el dolor fuera mucho. También me habían contado que al comienzo cuesta que se "enganchen" y que quizás necesitaría "relleno". Nunca me ha gustado esa palabra para hablar de la leche de fórmula, me suena como al relleno de manzana que le ponen al pavo de navidad, como si en vez de un bebé se tratara de un recipiente que hay que llenar a toda costa. Como si importara más tenerlo gordo que bien nutrido.

Pero mi duende me buscó enseguida, y sabía lo que tenía que hacer, como si lo hubiera hecho miles de veces antes. Nos pusimos panza con panza, se acomodó él solito para no tener que girar la cabeza, y abrió su boca muy grande para agarrar todo lo posible, comenzando a mamar sin que yo sintiera ningún tipo de dolor. La crema de lanolina la dejé para los labios partidos en invierno, y las pezoneras siguen en su envase original. 

"15 minutos por lado" me dijo la pediatra, porque después supuestamente ya no salían nutrientes, sólo grasa. Mientras lo veía mamar pensaba en el por qué de los 15 minutos. ¿Es que todos los bebés maman a la misma velocidad, o es un promedio? ¿Y esa "sólo grasa" no la necesita? Si la naturaleza la puso ahí por algo será ¿o no? La formación científica siempre me hace dudar de números redondos. Y llegaron los 15 minutos, y los 20, y él se veía tan tranquilo y feliz mamando que mi instinto me decía que lo dejara. Si él ya me había mostrado que sabía lo que tenía que hacer, seguramente también sabía cuándo parar. Y finalmente soltó, cuando se quedó dormido. Sentí un poco de culpa, como si hubiera hecho trampa en un examen, y vinieron las dudas... ¿Y ahora? ¿No se suponía que tenía que darle de los dos lados? ¿Se me va a hinchar un pecho? ¿Se va a quedar con hambre? 
Por suerte entró una matrona a ver como andaba todo, y volvió a mencionar los minutos por lado, pero para decirnos todo lo contrario. Nos dijo que era absurdo ponerle tiempo (ya me parecía), que la leche cambiaba su composición durante la toma, siendo más grasosa y calórica hacia el final, y que cada niño debía decidir cuánto rato tomaba, y cada cuánto. La grasa del final era necesaria para ganar peso, pero también para las conexiones cerebrales. Lactancia "a demanda y sin cronómetros", nos dijo. Ese mismo día decidí que tenía que informarme. Ya no me parecía tan confiable lo que me dijera un médico, si entre ellos mismos se contradecían. Sentí que ante la duda, debía confiar siempre en las señales de mi hijo. 
Llegando a casa me puse a leer. Carlos González con "Un regalo para toda la vida" fue nuestra luz. Entendí la lógica detrás de la libre demanda y lo importante que era dejar que el niño decida. Me confirmó lo sabia que es la naturaleza, y al leer sobre las crisis o brotes de crecimiento entendí por qué a muchas mujeres "se les acaba" la leche a los 3 o 4 meses. Culpa precisamente de no dar a demanda, y de creer que una botella de fórmula no va a afectar.
Los brotes de crecimiento llegaron uno tras otro, pero estaba preparada. Aunque fueron días agotadores, no me preocupaba pasar con mi duende encima todo el día por 4 o 5 días, porque sabía que era su forma de decirle a mi cuerpo que ahora necesitaba que produjera más. Tampoco me molestaban los comentarios de familiares del tipo "¿otra vez? Si tomó hace media hora". Cuando les explicaba lo que estaba sucediendo parecían quedarse tranquilos, sobre todo al ver que el tiempo pasaba y las tomas se volvían a regular. 

Eso de tomar de ambos pechos tampoco fue algo que mi duendito quisiera hacer hasta más o menos el año, cuando el calor del verano hizo que me pidiera muy seguido para hidratarse, y claro, tomando intercalado de ambos pechos obtenía más líquido. "¿Otra vez?" escuchábamos de vez en cuando. "Claro, si tenía sed!"  respondía amablemente. ¿A alguien se le ocurriría negarle el líquido? 
Yo que en un comienzo pensaba que amamantaría unos meses, había llegado a la famosa "meta" de 6 meses en exclusiva, y seguimos sin pensarlo demasiado, a pesar de la inevitable vuelta al trabajo. De eso ya les hablé en otra ocación y lo pueden leer aquí si les interesa. Sí, fue sacrificado andar con el extractor para todos lados durante un año, pero creo que si volviera atrás lo volvería a hacer igual.
La introducción a la comida la hicimos en trozos, después de leer todo sobre el baby led weaning. Y a medida que fue comiendo más, fueron disminuyendo las tomas, pero de forma muuuy esporádica. Y como era de esperarse, cada vez que había alguna enfermedad rondando la casa, la leche volvía a ser su alimento principal. 

Y así llegamos al año, y comenzaron las preguntas incómodas de amigos y familiares ¿Todavía? ¿Y te sale? ¿Hasta cuándo? Pero a esas alturas ya no pensábamos en tiempos. Después de haber leído miles de beneficios y no haber encontrado nada en contra de amamantar todo el tiempo que quisiéramos, dejé de justificarnos con las recomendaciones de la OMS y comencé a dar la respuesta más simple: "Ambos lo disfrutamos".


Pero un día, semanas antes de cumplir los 2 años, probó la teta, la soltó y dijo: "hemana". ¿Cómo? "teta, hemana". ¿Me estaba diciendo que la teta ahora era para su hermana? Nos habíamos puesto en "campaña" para buscar hermanit@ apenas un par de semanas antes, ni siquiera tenía retraso. Probé una gotita de leche y la noté distinta. Más salada. Y entonces mi pareja y yo supimos que estaba embarazada, aunque la confirmación vino recién una semana después, con el atraso y el test.

Duendito fue tomando cada día menos. Pedía, pero tomaba un par de minutos y ya soltaba. Por primera vez en 2 años me dolieron los pezones, sentía un ardor cuando mamaba, y la crema de lanolina que quedaba fue usada finalmente para lo que se suponía que era. Esta vez también estaba preparada porque había leído mucho sobre lactancia en el embarazo y en tandem. Sabía que era normal, que era la sensibilidad de los pezones durante el embarazo. Sin embargo, aunque esperaba un destete natural y me imaginaba dando a ambos, el dolor me hizo dejar de ofrecerle. Ya no estaba tan segura de llegar al destete natural, pero al menos quería hacer un destete respetuoso siguiendo el ya conocido "no ofrecer, no negar". Él parecía entender que me dolía, incluso me ayudaba a ponerme crema (que luego yo tenía que esparcir bien), y al mes ya sólo me pedía para dormirse (siempre se ha dormido tomando su tetita mientras leemos un cuento). En los despertares nocturnos se enganchaba a tomar sólo por un minuto, o a veces directamente me pedía agua y se dormía sin necesitar su lechita. El destete se veía muy cerca y yo tenía sentimientos encontrados. En parte estaba feliz de que hubiera sido tan "fácil", sin llantos, y mucho más rápido que en otras experiencias que conocía. Pero por otra parte me daba nostalgia saber que ya no tendríamos esos momentos. Quizás había sido un poco abrupto para mí, que esperaba un proceso de meses.

Con 8 semanas y media, fuimos ilusionados en familia a hacer la primera ecografía. Pero duendito se puso mal, estaba angustiado, y se puso a gritar por su "hemana". Fue tanto, que el papá lo tuvo que sacar de la sala de eco, mientras el doctor me explicaba que no había latidos. Nuestr@ porotit@ había dejado de crecer unos días antes. Y otra vez, mi duende lo sabía antes que nosotros. Aunque te expliquen lo común que es, te hablen de una falla cromosómica o te digan que ya vas a poder volver a intentarlo, creo que el dolor que sentimos en esos días sólo lo puede entender quien lo ha vivido. Y los niños, que en los primeros años tienen una gran conexión con los padres, también lo sufren, aunque no lo entiendan. Duendito andaba sensible y a la vez muy regalón. Decidimos esperar, confiar en la naturaleza y dejar que las cosas siguieran su curso, que mi cuerpo se diera cuenta. En parte para sanar, y en parte porque queríamos enterrar a esa personita que estuvo con nosotros aunque haya sido tan poquito tiempo. Pero mi cuerpo no supo de la pérdida. El embarazo siguió su curso, la placenta siguió creciendo, y la leche se cortó, no sé si por el embarazo mismo o por la falta de succión. Duendito pedía cada noche, pero sólo cuando ya el cuento se estaba terminando, cuando ya se estaban cerrando sus ojitos. Alcanzaba a tomar medio minuto y se dormía. Era lo único que nos quedaba de la lactancia, el contacto. Aunque no saliera nada, no podía (ni quería) negarle esa seguridad que le daba el dormirse así. Mi cuerpo seguía embarazado, había vivido todos los malestares de los primeros meses, e incluso me había salido panza. Y entonces, con 16 semanas, el ginecólogo dijo que ya no era seguro seguir esperando, porque el cuerpo no reaccionaba y tenía mucho líquido. Si esperábamos a que fuera natural, o inducido con pastillas pero en casa, podía sufrir una hemorragia muy fuerte. Entonces decidimos operar. Aunque no era el cierre que esperábamos, tampoco podíamos arriesgar mi salud. Duendito necesitaba tener a su mami sana. Fue una operación rápida, con anestesia general, y en la sala de recuperación agradecí a la vida por haber decidido esperar esos meses. No me podía imaginar lo que hubiera sido estar ahí sola cuando recién supimos la noticia. El tiempo de espera nos había dado paz para aceptarlo y sanarlo. Y sentí todo el tiempo que mi angelita (porque si le creo a mi duende que era niña, como nosotros también lo sentíamos) me estuvo acompañando. Tuve que pasar esa noche en la clínica, y nuestro duende se durmió casi como cada noche, con su cuento, pero abrazado sobre el pecho de papá en vez de mamá, sin lágrimas. ¿Cuántas veces escuché decir que era dependiente de la teta para dormirse, que nunca la iba a dejar? Yo misma tenía miedo de cómo se iba a dormir sin mi esa noche, nuestra primera noche separados. Pero él me había mostrado que no era una dependencia, simplemente le gustaba tomar para dormirse, y si mamá no estaba, pues se acomodaba. En el primer despertar nocturno, como a las 2 AM, si lloró. Estaba desorientado, y con el sueño no se acordaba dónde estaba mamá. Pero con paseos y mimos se volvió a dormir a los 10 minutos. La siguiente despertada simplemente estiró la mano, tocó la barba de su papi, y siguió durmiendo. 

Al día siguiente me fueron a buscar todos juntos a la clínica. Duendito estaba preocupado por la intravenosa que me tenían en el brazo. Me abrazó mientras me la sacaban, y me daba besitos. Esa noche volvimos a acostarnos juntos los 3, leímos un cuento, se agarró a la teta y me miró con sus ojos grandes diciendo: "si sale", con una mezcla de emoción y sorpresa. Cuando se durmió me apreté un poco el pezón para ver. Sí, salía, aunque eran sólo unas gotitas, y era más bien aguada y pegajosa. ¿calostro? No lo sé, pero algo salía. 
Al par de días ya no eran gotitas aguadas sino leche a chorros, otra vez, y mi duendito volvía a hacer una toma larga mientras me decía "sale taaanto" con una sonrisa pícara. La sensibilidad de los pezones se había ido, y ya no me dolía que pasara más tiempo agarrado, y seguro que él se dio cuenta porque comenzó a aumentar los tiempos. 

Por poco más de un mes siguió pidiendo sólo para dormir. Hasta que llegó el primer resfrío de invierno y me empezó a pedir más. Y aunque el resfrío se fue hace 2 meses, parece que se acordó de cuánto le gustaba, y hemos tenido un aumento de las tomas. Es que con el frío que está haciendo por estos lados, nada más rico que pasar un rato abrazaditos mientras toma su lechita recién hecha. Desayuno, alguna que otra en la tarde, para dormir, y para re-dormir cuando despierta en las noches. Aunque algunos días, cuando está más entretenido, ni se acuerda y sólo pide para dormir. Y no me ha vuelto a pedir en público.

¿Destete? No, ya no lo veo cerca. Lo que nosotros tuvimos fue  algo así como un "Re-tete".

Hoy cumplimos 30 meses. 2 años y medio! Me imagino los comentarios que me haría mi padre si pudiera hablarme. Donde quiera que esté, estoy segura de que se está riendo con orgullo al vernos. 

Los estudios antropológicos muestran que la edad de destete natural va de los dos años y medio a los 7 años. No se si lleguemos a los 7, pero quien sabe. Por ahora nos encanta, y él decidirá hasta cuando.



"Eres un recién llegado, y yo ya soy tu aprendiz"
(Ismael Serrano)

lunes, 3 de agosto de 2015

SMLM 2015: Nuestra historia de Lactancia y Trabajo

Estamos en la Semana Mundial De Lactancia Materna (SMLM) 2015 y el slogan de este año es: Amamantar y Trabajar ¡Logremos que sea posible
Por eso me decidí a contar nuestra nuestra historia

Hace poco se alargó el postnatal en Chile a 24 semanas. Muchos hablan de 6 meses, pero en verdad son 5 y medio. Y sabemos que se hace bastante difícil mantener la lactancia exclusiva hasta los 6 meses cuando tienes que volver antes a trabajar, especialmente porque ya no puedes seguir la recomendación de "a demanda".
Además, a los 6 meses los bebés "pueden" comenzar a comer otras cosas, pero no todos los niños están listos, ni todos los niños lo aceptan.
 
En nuestro caso, sumando postnatal y vacaciones, además de un jefe al que le agradezco haberme dado bastante libertad (en parte porque su hijo había sido amamantado hasta los 3 años y él era fan de la lactancia), volví a trabajar dos semanas después de cumplir los 6 meses. Dos semanas antes mi hijo había comenzado a “comer” un poco, pero como usamos baby led weaning, básicamente jugueteaba un poco con la comida y probaba sabores. La leche seguía siendo algo así como el 98% de su alimentación.
 
En mi trabajo, como en la mayoría, no tenía un lugar privado y limpio para extraerme leche. Comparto oficina con 4 hombres, y el baño no me parecía una opción higiénica. Por suerte la secretaria, que si tenía oficina sola, se ofreció para que yo “me encerrara” con ella mientras me extraía. Mis compañeros de trabajo (90% hombres) solidarizaron, comprometiéndose a golpear la puerta siempre que necesitaran algo de la secretaria, y nunca nadie reclamó porque estuviera cerrado con llave. 

Cada 3 horas, yo me encerraba media hora a extraerme. Y con eso dejaba la leche que mi duendito se tomaba al día siguiente. El tiempo que estábamos juntos, desde que yo llegaba en la tarde hasta que me iba después del desayuno, e incluyendo toda la noche ya que dormimos juntos,  era “bar abierto”. Totalmente a libre demanda. Cuando a veces necesitaba leer algo en casa, la siesta agarrado a la teta era el momento ideal (como en la foto jeje).
 
Así pasamos un año, hasta que las cosas se complicaron. Llegó más gente al trabajo por una expansión del departamento, y ya ni siquiera la secretaria tenía oficina sola. Además, duendito nunca quería leche de varios días, ni menos congelada, así que cada día había que cumplir la meta de lo que se tomaba. Con la tensión de andar buscando oficina libre, y muchas veces teniendo que cambiar de oficina en medio de la extracción, me salía cada vez menos leche (con el sacaleches, porque cuando él tomaba seguía saliendo como siempre). El fin de semana tenía que mandarlo a pasear con el papá mientras yo me sacaba la leche para el lunes. Con año y medio, ya él comenzaba a pedir que mamá también los acompañara en el paseo. Y yo también tenía ganas de acompañarlos, cuando llegaban contándome sus “aventuras” en un bosque cercano a la casa.
Así que decidimos que ya era tiempo de despedirse del sacaleches. Yo no quería perderme esos momentos de fin de semana por un sólo biberón de mi leche que tomaba al día, sabiendo que todo el tiempo que estábamos juntos podía "ponerse al día" y tomar lo que le faltaba. Además, ahora que ya comía de todo, muchas veces ni siquiera se tomaba toda la leche que me sacaba, y como ya la habíamos calentado, se terminaba botando (cuando no alcanzaba a convertirla en flan de vainilla con agar agar).

Desde el año y medio pasamos a lactancia mixta. Mientras yo no estoy come sus comidas, y una leche de fórmula a media tarde (la que a veces se toma y a veces no. Nadie lo obliga porque sabemos que con mi leche tiene suficiente). Apenas llego a casa se abre nuevamente la libre demanda hasta la mañana siguiente. 

Así ha pasado otro año. Épocas de tomar mucho, épocas de tomar poco. Y ya en unos días cumple 2 y medio. Las tomas se han ido reduciendo paulatinamente, y cada vez despierta menos para pedir lechita (actualmente 1 o 2 veces por noche). Y la única que no perdona nunca es la toma para dormirse. 

Esperamos llegar a un destete natural, cuando él lo decida. Por ahora, disfrutamos de esos momentos, bien abrazaditos, y de esos ojitos que me miran con un brillo especial mientras toma.

Amamantar y trabajar. Si, es posible!

martes, 23 de junio de 2015

la raja o la caja

Haciendo música con tambores y sonajeros improvisados de juguetes, un balde con un tren de madera dentro sonaba bonito.
- Papá: Oh, suena la raja!
- Franco: ¿la raja?
- Mamá: que suena lindo
- Franco: ¿Suena raja?
- Mamá: nooo, que suena super lindo
- Franco: suuuper raja!

Al final lo convencí de que el papá dijo que sonaba bonito esa caja :P
Creo que tendremos que empezar a moderarnos con el lenguaje. Por un tiempo al menos jejeje

sábado, 4 de abril de 2015

Qué pasa el domingo?

El conejo se lleva la frase más larga de Franco hasta ahora. 
Cuando le pregunto qué pasa el domingo me dice: 

Nejo salta salta salta, huevo lalate, buca aboles
<3

domingo, 27 de octubre de 2013

Que fin de semanita!!!

Franco aprendió a decir "papá" con señas, aprendió a arrastrarse reptando como cuncuna, a arrodillarse agarrado del mueble de la tele (porrazo incluído), tocó la arena por primera vez, dejó de hacer la siesta de la tarde... y a mi me pidieron casorio :P

lunes, 19 de agosto de 2013

Primer día en la sala cuna

Entramos juntos, conoció y miró todo y como a los 20 minutos me fui por media hora (pucha que me sentía rara, pero el ni se inmutó). 
Cuando volví estaba fascinado encima de la tía jugando con un plumero. Y no había llorado nada, así que decidimos probar media hora más. Tampoco lloró, pero de ahí si preferí llevármelo, para que se acostumbre de a poco. 
Cuando nos fuimos le hacía puras sonrisitas a sus tías nuevas jeje. Al final parece que es cierto que somos las mamás las que nos estresamos más. Seguro de aqui a dos semanas que yo entro a trabajar va a estar acostumbrado


sábado, 13 de abril de 2013

Cambio de casa

Salió más rápido de lo que pensábamos. Parece que la casa nos estaba esperando. Todas a las que llamaba ya estaban arrendadas. Un domingo a mediados de marzo me enfermé y me sentía muy mal, asi que Victor se pidió el día en la pega para acompañarme al doc y ayudarme a cuidar a Franco. El lunes amanecí sintiéndome extrañamente bien, pero Vic ya se había quedado en la casa. Me puse a buscar a ver si como era lunes había aparecido algún arriendo nuevo, y ahí estaba nuestra futura casita. Llamé y coordiné una visita para esa misma tarde, y después de pasar por el doc la fuimos a ver. Nos gustó de una, y a la semana estábamos firmando contrato, y empezando a embalar todas las cosas del departamento. El domingo 7 de abril nos cambiamos, al condominio "Bosques de Curauma", cuando Franco tenía apenas 7 semanas con nosotros.

Tapabocas para todos los que decían que iba a ser imposible que me cambiara con Franco tan chico y con los dolores post-cesárea. El que quiere, puede.

Ahora tenemos patio, paseo al bosque y la laguna, y sin el horroroso viento de Playa Ancha que nos tenía encerrados en el depto todo el día. Y lo mejor de todo es que Vic se demora como 40 minutos menos para cada lado, asi que antes de las 7:30 Franco tiene a su papá de vuelta en casa para regalonear.

La casita nueva
Bosque de pinos y eucaliptus camino a la laguna
Laguna de la luz

viernes, 15 de febrero de 2013

Y nació nuestro retoño

El viernes 15 de febrero, a las 09:00, con 40 semanitas justas. Pesó 3.28 Kg y midió 50 cm.

lunes, 4 de febrero de 2013

500 grullas

Unos días antes de que nazca nuestro Franquito, llegamos a las 500 grullas, y nuestra casita ha sido invadida por sus colores.

Fabricando en masa
Las primeras 500 ya están colgadas
 Ahora falta la otra mitad :P

viernes, 8 de junio de 2012

¿Hay un símbolo que emocione más que esto?

Seguimos haciendo grullas, y nuestro deseo comienza a concretarse ✩

domingo, 29 de abril de 2012

Senbazuru: Mil Grullas de Papel

Hace mucho que no pasaba por este blog, y esta vez vuelvo con un proyecto a largo plazo. 

“Una antigua leyenda japonesa promete que cualquiera que haga mil grullas de papel recibirá un deseo de parte de una grulla”
En Japón, la grulla es un ser mitológico que vive 1.000 años. El conjunto de mil grullas de papel, unidas por una cuerda, es uno de los amuletos más arraigados en Japón. Se regala cuando hay un nacimiento, porque otorga una vida larga y próspera, o en una boda, porque otorga mil años de felicidad juntos.

Este fin de semana hemos comenzado a fabricar nuestras grullas.

Mi primera grulla :P
Una de cada uno
A ver cuanto nos demoramos en llegar a esto ^_^

miércoles, 10 de agosto de 2011

Desde anoche, el mar se ha vuelto loco


Salta y salta, golpeando contra la roca, como si quisiera salirse de su envase. Algunas gotas lo logran, mientras el resto se dispersa en el aire, como fuego artificial, y vuelven a caer junto al resto. 

El mar ruge, dándose vítores para saltar más alto. Luego descansa en el retroceso, toma aliento, y babea una espuma que tiñe de blanco sus aguas, tal como lo haría un perro agotado. 

Vuelve a la carga con un rugido más fuerte, ahuyentando a las gaviotas que se posan a diario sobre aquel techo redondo que hay bajo mi ventana, y las obliga a levantar el vuelo. Vuela cada una hacia el frente, en línea recta, manteniendo el círculo casi perfecto, que se expande. Que espectáculo! 

La gente ahí abajo presiente lo que se trae entre manos, y apuran el paso. 

Finalmente… lo logra. Choca contra el muro, se encarama un poco sobre un tejado, salta por sobre un auto, luego sobre una micro, y llega al borde de mi casa (cómo me hubiera gustado tener la perspectiva de la gente que iba en esa micro).

Ya esparcido sobre la calle, libre, me deja ver sus regalos. Piedras, conchitas, un montón de arena, y esa porción de si mismo que soñaba con volar, y que al salir el sol, seguro logrará fundirse con el aire. 


 

sábado, 26 de marzo de 2011

Doctora ^_^


Eso... ya fué, y salió bien.
Así que ya soy doctora!!! 

Y ahora... me queda una semanita para terminar de empacar mi vida y partir rumbo al puerto.

Desde el 4 de abril, mas que "Doctora Santiaguina" seré "Post-doc Porteña" ^_^



jueves, 24 de marzo de 2011

Ups

No me había ni dado cuenta de lo abandonado que tenía este lugar. 6 meses sin pasar por acá. Y bueno... es que como decía en el post anterior, me iba a poner a trabajar de cabeza en la tesis.
Y en eso andaba. Aunque ya a fines de octubre la tenía armada, me dediqué a corregir y revisar por casi dos meses. Es que no es lo mismo conversar un rato en inglés con mi profe, o dar una charlita de 20 minutos en un congreso, que tener que escribir una tesis completa en otro idioma. Así que justo antes de navidad, la entregué a la comisión para que la leyeran.
En enero me dediqué a terminar un paper que tenía pendiente, mientras ellos leían. Tienen supuestamente un mes, pero como en febrero cierra la U, me fijaron la defensa privada para principios de marzo.
Así que mandé el paper a publicación la primera semanita de febrero, dejé lista mi presentación para la tesis, y me fui de vacaciones con Vic al sur. Increíble, Puerto Varas, Frutillar, Puerto Montt, Castro, y luego un maravilloso cruce de lagos hacia Argentina, para terminar con Bariloche y Villa la Angostura (FOTOS).
Así volvimos justo para mi cumpleaños, a celebrar el cambio de década (si si, son 30) con la familia y con mi torta de siempre, la imperdible, hecha por mi momi.
De ahí una semanita estudiando y vino la defensa privada. 2 horas y media metida con 5 personas que me hacían preguntas, todo en inglés (bueno, asumo que las preguntas de Matthias, mi profe guía, eran todas cosas que el ya sabía que yo sabía responder jejeje). Pero igual agota, porque uno prepara la presentación, pero ellos te van interrumpiendo diapositiva a diapositiva con preguntas. Pero salí, me entregaron las correcciones, y me fijaron la defensa pública para el 25. Y como las correcciones se dan una semana antes, tenía sólo 2 para corregir.
Pero... en verdad fue una. Porque a la semana siguiente me fui a Viña toda la semana, a una conferencia donde yo era parte del comité organizador, y donde además aproveché de buscar departamento para irme a vivir allá en abril. Así que anduve corriendo toda la semana y no corregí nada. Pero la semana pasada me dediqué a corregir de lleno y logré terminar.
Esta semana debería haber estudiado y preparado la presentación. Pero no... me dediqué a embalar cosas para la mudanza. Es que el próximo sábado me voy a vivir a Valparaiso. Así que recién hoy me puse a practicar. Igual la presentación es la misma que la privada, aunque esta vez es con público, en 40 minutos con preguntas al final, y en castellano. En verdad, más que ensayarla me concienticé de como se decían ciertas cosas en español (porque tantos años hablando de esto en inglés, me suenan todos los términos feos en castellano). Y escribí lo que quería decir para que se me grabara un poco mejor.
Ahora la voy a practicar una vez antes de irme a acostar, mas que nada para ver cuanto me demoro (porque en castellano me explayo más y me sale más larga).

Y mañana a las 2 es la cosa. Igual estoy tranqui, porque cuando te mandan a dar la pública es porque ya te aprobaron, sólo que ahí te ponen la nota y es más burocrático.

Asi que no queda más que decir...Mierda mierda!!! 
1 2 3 4

viernes, 1 de octubre de 2010

De vuelta a la U

 Se nos fue septiembre, y con eso se terminaron mis dos años en la ESO. Mi tesis ha entrado en la recta final, y es hora de volver a la universidad a poner en papel todo el trabajo de este tiempo. Dejar de investigar, programar, graficar... y empezar a mostrar. 
 Aunque una buena parte ya esta escrito en un par de papers, la tesis es algo más extenso, explicado con más detalles, pero a la vez de la manera mas básica posible, para que cualquiera que no sea un experto en el tema la pueda entender. 
 Dicen que lo más difícil es la introducción, excplicar el que, el cómo y el por qué, tratando de cubrir todo lo que dice la literatura, pero sin sobre explicar ni hacerla muy larga. Y al mirar los 5 archivadores que tengo llenos de artículos que van desde 1967 hasta hoy, veo que será una buena forma de poner a prueba mi poder de síntesis. 
 Creo que partire por explicar los datos, y los resultados. Y de seguro seré una más de tantos, que escriben la introducción al final.

Here we go!

martes, 14 de septiembre de 2010

Amo septiembre…

cuando vuelve el sol y las flores, y ondea la tricolor sobre Santiago, con el viento que trae la primavera. Cuando se siente en el aire la alegría, y ese olor a cebolla y chorizo. Cuando a nadie le importan los kilos, y los curaditos son graciosos. Cuando sigo sin saber bailar cueca, pero igual le hago empeño. Y si no la bailo, la canto. 
Todo se ve más lindo, mas aun esta vez,  por los doscientos. Que son? Unas ocho generaciones? Un país en pañales. Mi Chile lindo crece, y me gusta crecer con el, en el. 
Con mi banderita ondeando en la terraza, no me queda más que decir 

Viva Chile mierda!!!
             (Puta que es lindo)


jueves, 22 de julio de 2010

El oso y el payaso

Anoche me visitó un payaso. Me miraba mientras dormía, abrazada a mi oso de felpa. Sin querer le apreté la mano, y el oso dijo “te quiero mucho”. Aun entre sueños, murmuré… “y yo a ti mi amor”. 
El payaso extendió su brazo, apuntó con su dedo a mi cara, y rió.  Entonces desperté, pero no había ningún payaso. Sólo era yo, abrazada a un oso de felpa en mi cama.
Afuera, había empezado a llover.

miércoles, 14 de julio de 2010

Nuevo recuento

Y es tiempo de un nuevo recuento, que se viene largo y viajado.

Luego de una semana de colapso preparando un poster, una charla que me enteré a última hora que tenía que hacer, y tratando de terminar un paper que quería enviar antes de irme, partí otra vez rumbo al viejo mundo. Esta vez, el motivo era una conferencia de estrellas binarias en Mykonos (Grecia). Y claro, aprovechando el vuelo, el veranito europeo, y las dos semanas de vacaciones que me quedaban para este año, la conferencia se convirtió en un viaje de tres semanas por Europa.

La semana en Mykonos fue interesante en todo sentido. Hubo buenas charlas y discusiones con gente interesada en mi trabajo. Aunque la conferencia duraba desde las 9 hasta las 8 de la noche todos los días, nos daban 5 horas para almorzar, para que pudiéramos conocer la isla tranquilamente. Así que aproveché de conocer el pueblo y algunas playas. El centro de la ciudad es muy lindo, lleno de callejones de piedra, con casitas todas blancas pero con ventanas y puertas de colores. La parte que más me gustó fue sin duda la “pequeña Venecia”, con todas las casas y restaurantes construidos al borde del mar, y con vista a los molinos, símbolo de la isla. Un día almorcé ahí con un par de españolas, con las olas chocando contra la terraza, y el rocío mojándote mientras comías. También fuimos en paseo grupal de la conferencia, a la isla Delhos, templo de Apolo y Artemisa, y antiguo centro de comercio de la isla., donde actualmente se pueden ver las ruinas de aquella época. Lo más impresionante es ver que todo se hacía de mármol.

Terminado el congreso me fui a Roma, donde me esperaba la Pauli para recibirme en su casa, y alojar mi maleta mientras yo seguía mi rumbo. Estuve solo un día ahí, que aproveché para salir a conocer por adelantado (ya volvería a conocer todo después). Partí con unos amigos de ella al vaticano, a conocer los museos y la capilla sextina, pero era último domingo del mes y era gratis, así que estaba tan lleno que ni siquiera intentamos meternos en la cola de 7 cuadras. Así que nos fuimos a conocer la plaza san pedro, entramos a la basílica, a las tumbas de los papas, y después subimos a la cúpula de la basílica san pedro. La vista de toda roma desde arriba es realmente impresionante.

Al día siguiente partí a Holanda, a visitar a la Cata y Axel, y a conocer a Vincent, el nuevo sobrinin que por esos días cumplía 2 meses. Me quedé 6 días con ellos recorriendo Utrecht (donde viven), y por supuesto también Amsterdam. Dos ciudades super lindas, muy ordenaditas, llenas de canales y casas (o edificios de no mas de 4 pisos) rodeando los canales. Y por todos lados se ven bicicletas. Creo que ví más cletas que personas. Y aproveché de impregnarme de la buena onda y el relajo de los holandeses, que contrastaría totalmente con los gritos y bocinazos de Roma.

Luego de vuelta a Roma. Otra semanita entera antes de volver a mi frío Chile y mi Vic (que a esas alturas ya se extrañaban cada vez más). Ahí me lo caminé todo, conociendo tanto lugar visto miles de veces en fotos, como el impresionante coliseo, el foro romano, el panteón, la fontana di trevi, plaza navona, y mucho más. Y por supuesto, ahora si entré a los museos del vaticano y a la capilla sixtina. Es increíble la sensación de estar parada ahí, bajo los frescos de Miguel Ángel, o paseando por las estancias de Rafael, mirando en vivo y en directo la famosa escuela de Atenas. Además sobró tiempo para recorrer algunos pueblitos de los alrededores. Un día fuimos a Frascati, donde estudia la Pauli, y subimos a la punta del cerro, a un lugar llamado Roca Priora. Otro día fuimos a Tiveli, donde pudimos conocer dos villas antiguas, villa del este y villa Gregoriana, donde el protagonista era el agua, lleno de fuentes e incluso dos cascadas. Y de tanta escalera arriba y escalera abajo entre los cerros, se me rompieron las zapatillas. Remate perfecto para 3 semanas de recorrido, y por suerte fue el último día.

Y así me vine de vuelta a Chile, a disfrutar del frío del invierno y la cordillera nevada, cargada de imágenes y recuerdos, con las pilas listas para dedicarme de lleno a terminar la tesis, sin más viajes pendientes por este año.

Dejo el link a mas fotitos

viernes, 16 de abril de 2010

Paper accepted!

Después de un mes ausente de este espacio, me justifico con esta noticia.

Volviendo a la normalidad post terremoto, pude finalmente viajar a Barcelona. Que ciudad mas linda!!! Plenamente justificadas las mas de 600 fotos que tomé (FOTOS). Aunque en la semana tenía que trabajar fuera de la ciudad (a unos 40 minutos en tren), pasé dos fines de semanas increíbles recorriendo con mi amiga de siempre que está viviendo allá. Y en el trabajo salió todo de maravillas.

A la vuelta, me metí otra vez de cabeza en mi paper para responder el reporte del referee (el más amable que he recibido en mi vida). Sin tener que hacer demasiados cambios, la semana pasada mandamos la respuesta, y con una rapidez que me sorprendió, ayer recibimos la aceptación. Así que ya vamos avanzando... tercer paper como primer autor, y primero directamente relacionado con la tesis actual. Ahora sólo queda enviar el segundo (que ya está casi casi), y con eso ya me dedico a escribir la tesis. Si todo sale como está planeado, en marzo del próximo año, me estaría trasladando a Valparaíso para empezar el post-doctorado, por otros dos años (así es... seguimos estudiando).

Además, he dedicado gran parte de mis tardes a aprender guitarra. Y parece que tengo “dedos para el piano”, porque he avanzado bastante rápido (claro que tengo a mi profesor particular, con dedicación muuuy especial jejeje).
El templo ya ha vuelto a la normalidad casi totalmente, salvo por las grietas en el baño (que la verdad es que no me importan) y una que otra replica, cada vez menos frecuentes y más suave, que tampoco me afectan ya. Aunque el terremoto si dejó una pequeña secuelita de salud en la piel,  lo que me llevó a hacerme exámenes, e indirectamente confirmar una sospecha que tenía hace algunas semanas… otra vez tengo anemia!!! Parece que estoy destinada a vivir con sueño… pero yo, sin tuto y ojeritas, no sería yo ^_^