lunes, 18 de febrero de 2008

Y me alcanzaron los 27

Cuando me preguntan por mi número favorito, no se me pasan por la mente los números de un dígito como a la mayoría de la gente. Yo digo sin pensarlo: “27”. Pero siempre presentí que, como edad, no sería buena. Con los años una se va quedando cada vez más sola, porque inevitablemente los amigos se van distanciando, ya sea porque se esparcen por el mundo, se casan o simplemente se dejan estar….Hasta que entras a una nueva etapa, la de los hijos, y dicen por ahí que no vuelves a sentirte sola nunca más (y que a ratos añoras el pasado cuando tenías tanto tiempo para ti misma). Pues yo estoy en la etapa intermedia. Ya comenzaron a abandonarme, y los hijos no se planean aun.

Esta mañana cuando llegué a la universidad, no hubo abrazos ni felicidades al entrar. Sólo una paloma sin cabeza en la entrada del departamento de astro…¿mal presagio?

Con el bendito corte de luz del fin de semana, no logré trabajar en nada hoy. Por más que reinicié y reinicié los computadores, no había caso de conectarme a neutrino. Hasta que al fin lo logré, y me salió con que mi clave era incorrecta (y ahora???). Comienza la maldición de la paloma muerta.

Luego traté de hacer valer mis derechos para ir gratis al cine, pero en todos lados me dijeron que ya no bastaba con mostrar el carné, sino que había que ser socia del cine… plop. Pero ya estaba con las ganas, así que fuimos igual. “El Barbero Endemoniado” o algo así tradujeron la peli (la última de Tim Burton). Pagaría por tener una foto instantánea del momento en que nos miramos con Aldo, cuando empezó la peli y nos dimos cuenta que era un musical. Demonios!!! De seguro fue la paloma XD

Al final… era tan, pero tan mala, que nos reímos todo el rato (y todo el resto del cine también) y terminó gustándonos… Mucha sangre y predecible… De culto jeje, como las de zombies.

Al fin en casa, sentada fumando, apagando fósforos mientras pido mis 3 deseos. Claro, ayer me festejó la familia, pero no alcancé a pedir deseos porque las velas las sopló mi sobri. Y menos mal, porque es mala suerte pedirlos antes. Pero… no se acuerdan que ayer NO me dijeron feliz cumpleaños porque era mala suerte, y tenían que llamar hoy???? Nunca más lo celebro antes jejeje.

PS: gracias Catin por tu mail. Te quiero amiguis XD

lunes, 11 de febrero de 2008

De mudanza

Siempre me habían hablado de lo insoportable que eran las mudanzas, algo con lo cual yo no estaba de acuerdo. Primero que todo, porque nací y viví en la misma casa por 22 años, y cuando al fin me fui de ahí tenía tan pocas cosas, que con dos viajes de auto estuvimos listos. Luego de 4 años, me volví a mudar, pero esta vez fue aún más rápido. Una mochila llena de ropa y un taxi a casa de una amiga (te quiero Paulita), mientras buscaba un lugar definitivo. En verdad creo que eso ni siquiera fue mudanza, fue solo un borrón y cuenta nueva. Además que esa vez tuve taaanta suerte, que el primer departamento que fui a ver me gustó y lo arrendé… en el mismo edificio de mi amiga :P

Llevo poco más de un año viviendo en ese depto, que es lindo, bien ubicado y cómodo para mí… pero no para dos. Así que, cambio otra vez. Pero esta vez, parece que el fantasma de las mudanzas tediosas me alcanzó. Volviendo de las vacaciones de Arica, comencé con calma a buscar departamentos en portalinmobiliario, emol y cuanto sitio encontraba. Una semana estuve así, reuniendo información, teléfonos y llamando para ver si cumplían con todas las exigencias de mi querido gargamel. Luego vino el día de conocerlos… calor de enero, mucho caminar y 8 departamentos visitados. Sólo uno fue lo suficientemente bueno como para que el cansancio me convenciera de que ese estaba bien y que no tenía que seguir buscando. Luego las llamadas a la corredora. Que si me gustó, que lo tiene que ir a ver mi pololo para ver si a él también le gusta, que si le gustó, y que lo arrendamos… Y luego el ir y venir de papeles. Datos míos, datos de mi aval, 3 idas a la corredora (al otro lado de Santiago), dos idas a la notaría, y finalmente las llaves en mis manos. Bien, se acabó y al fin me puedo poner a trabajar… ilusa. Ahora venía la parte de meter todo en cajas… ¿cómo he sido capaz de acumular tanta mierda en un año? Debería botar la mitad de las cosas que tengo, incluyendo ropa, adornos, revistas, recuerditos inútiles varios… pero no me da la cabeza para pensar que se queda y que se bota. Así que todo se fue a cajas tal como estaba. Si bien podría llamar a una mudanza para que se llevara todo, preferí llevarme algunas cosas antes, para empezar a ordenar. Sobre todo porque la mudanza no tiene horario disponible recién hasta una semana más. Ayer fueron dos autos de mi madre repletos de cosas, y hoy me pasaré en la tarde por el new depto para empezar a armar repisas y ordenar lo que ya está allá. Lo ideal es que cuando la mudanza se lleve lo definitivo (llámese TV, cama, refri…) se pueda habitar una casa ordenada desde ese mismo día (porque ya no quiero seguir durmiendo rodeada de cajitas).

Lo se, ando idiota, enojona e hipersensible, y es que en verdad estoy cansada, y más que cansancio físico, es cansancio mental. De sólo pensar que aún quedan cosas por encajar, cosas por ordenar, papeles de salvoconducto que ir a buscar al centro y luchas con los del teléfono, el cable y el internet para que hagan los traslados correspondientes (porque en el nuevo edificio no hay triple pack, y hay que contratar todo por separado)… Pero al menos en una semana más ya habrá terminado y podré al fin dedicarme a trabajar en el paper (si, aún no está listo).

Creo que esta vez si aprendí que las mudanzas son odiosas. Lo bueno… las cosas perdidas que reaparecen (como mi anuario del colegio que ni me acordaba que tenía) y empezar con una casa completamente limpia y con todo en su lugar.