viernes, 1 de octubre de 2010

De vuelta a la U

 Se nos fue septiembre, y con eso se terminaron mis dos años en la ESO. Mi tesis ha entrado en la recta final, y es hora de volver a la universidad a poner en papel todo el trabajo de este tiempo. Dejar de investigar, programar, graficar... y empezar a mostrar. 
 Aunque una buena parte ya esta escrito en un par de papers, la tesis es algo más extenso, explicado con más detalles, pero a la vez de la manera mas básica posible, para que cualquiera que no sea un experto en el tema la pueda entender. 
 Dicen que lo más difícil es la introducción, excplicar el que, el cómo y el por qué, tratando de cubrir todo lo que dice la literatura, pero sin sobre explicar ni hacerla muy larga. Y al mirar los 5 archivadores que tengo llenos de artículos que van desde 1967 hasta hoy, veo que será una buena forma de poner a prueba mi poder de síntesis. 
 Creo que partire por explicar los datos, y los resultados. Y de seguro seré una más de tantos, que escriben la introducción al final.

Here we go!

martes, 14 de septiembre de 2010

Amo septiembre…

cuando vuelve el sol y las flores, y ondea la tricolor sobre Santiago, con el viento que trae la primavera. Cuando se siente en el aire la alegría, y ese olor a cebolla y chorizo. Cuando a nadie le importan los kilos, y los curaditos son graciosos. Cuando sigo sin saber bailar cueca, pero igual le hago empeño. Y si no la bailo, la canto. 
Todo se ve más lindo, mas aun esta vez,  por los doscientos. Que son? Unas ocho generaciones? Un país en pañales. Mi Chile lindo crece, y me gusta crecer con el, en el. 
Con mi banderita ondeando en la terraza, no me queda más que decir 

Viva Chile mierda!!!
             (Puta que es lindo)


jueves, 22 de julio de 2010

El oso y el payaso

Anoche me visitó un payaso. Me miraba mientras dormía, abrazada a mi oso de felpa. Sin querer le apreté la mano, y el oso dijo “te quiero mucho”. Aun entre sueños, murmuré… “y yo a ti mi amor”. 
El payaso extendió su brazo, apuntó con su dedo a mi cara, y rió.  Entonces desperté, pero no había ningún payaso. Sólo era yo, abrazada a un oso de felpa en mi cama.
Afuera, había empezado a llover.

miércoles, 14 de julio de 2010

Nuevo recuento

Y es tiempo de un nuevo recuento, que se viene largo y viajado.

Luego de una semana de colapso preparando un poster, una charla que me enteré a última hora que tenía que hacer, y tratando de terminar un paper que quería enviar antes de irme, partí otra vez rumbo al viejo mundo. Esta vez, el motivo era una conferencia de estrellas binarias en Mykonos (Grecia). Y claro, aprovechando el vuelo, el veranito europeo, y las dos semanas de vacaciones que me quedaban para este año, la conferencia se convirtió en un viaje de tres semanas por Europa.

La semana en Mykonos fue interesante en todo sentido. Hubo buenas charlas y discusiones con gente interesada en mi trabajo. Aunque la conferencia duraba desde las 9 hasta las 8 de la noche todos los días, nos daban 5 horas para almorzar, para que pudiéramos conocer la isla tranquilamente. Así que aproveché de conocer el pueblo y algunas playas. El centro de la ciudad es muy lindo, lleno de callejones de piedra, con casitas todas blancas pero con ventanas y puertas de colores. La parte que más me gustó fue sin duda la “pequeña Venecia”, con todas las casas y restaurantes construidos al borde del mar, y con vista a los molinos, símbolo de la isla. Un día almorcé ahí con un par de españolas, con las olas chocando contra la terraza, y el rocío mojándote mientras comías. También fuimos en paseo grupal de la conferencia, a la isla Delhos, templo de Apolo y Artemisa, y antiguo centro de comercio de la isla., donde actualmente se pueden ver las ruinas de aquella época. Lo más impresionante es ver que todo se hacía de mármol.

Terminado el congreso me fui a Roma, donde me esperaba la Pauli para recibirme en su casa, y alojar mi maleta mientras yo seguía mi rumbo. Estuve solo un día ahí, que aproveché para salir a conocer por adelantado (ya volvería a conocer todo después). Partí con unos amigos de ella al vaticano, a conocer los museos y la capilla sextina, pero era último domingo del mes y era gratis, así que estaba tan lleno que ni siquiera intentamos meternos en la cola de 7 cuadras. Así que nos fuimos a conocer la plaza san pedro, entramos a la basílica, a las tumbas de los papas, y después subimos a la cúpula de la basílica san pedro. La vista de toda roma desde arriba es realmente impresionante.

Al día siguiente partí a Holanda, a visitar a la Cata y Axel, y a conocer a Vincent, el nuevo sobrinin que por esos días cumplía 2 meses. Me quedé 6 días con ellos recorriendo Utrecht (donde viven), y por supuesto también Amsterdam. Dos ciudades super lindas, muy ordenaditas, llenas de canales y casas (o edificios de no mas de 4 pisos) rodeando los canales. Y por todos lados se ven bicicletas. Creo que ví más cletas que personas. Y aproveché de impregnarme de la buena onda y el relajo de los holandeses, que contrastaría totalmente con los gritos y bocinazos de Roma.

Luego de vuelta a Roma. Otra semanita entera antes de volver a mi frío Chile y mi Vic (que a esas alturas ya se extrañaban cada vez más). Ahí me lo caminé todo, conociendo tanto lugar visto miles de veces en fotos, como el impresionante coliseo, el foro romano, el panteón, la fontana di trevi, plaza navona, y mucho más. Y por supuesto, ahora si entré a los museos del vaticano y a la capilla sixtina. Es increíble la sensación de estar parada ahí, bajo los frescos de Miguel Ángel, o paseando por las estancias de Rafael, mirando en vivo y en directo la famosa escuela de Atenas. Además sobró tiempo para recorrer algunos pueblitos de los alrededores. Un día fuimos a Frascati, donde estudia la Pauli, y subimos a la punta del cerro, a un lugar llamado Roca Priora. Otro día fuimos a Tiveli, donde pudimos conocer dos villas antiguas, villa del este y villa Gregoriana, donde el protagonista era el agua, lleno de fuentes e incluso dos cascadas. Y de tanta escalera arriba y escalera abajo entre los cerros, se me rompieron las zapatillas. Remate perfecto para 3 semanas de recorrido, y por suerte fue el último día.

Y así me vine de vuelta a Chile, a disfrutar del frío del invierno y la cordillera nevada, cargada de imágenes y recuerdos, con las pilas listas para dedicarme de lleno a terminar la tesis, sin más viajes pendientes por este año.

Dejo el link a mas fotitos

viernes, 16 de abril de 2010

Paper accepted!

Después de un mes ausente de este espacio, me justifico con esta noticia.

Volviendo a la normalidad post terremoto, pude finalmente viajar a Barcelona. Que ciudad mas linda!!! Plenamente justificadas las mas de 600 fotos que tomé (FOTOS). Aunque en la semana tenía que trabajar fuera de la ciudad (a unos 40 minutos en tren), pasé dos fines de semanas increíbles recorriendo con mi amiga de siempre que está viviendo allá. Y en el trabajo salió todo de maravillas.

A la vuelta, me metí otra vez de cabeza en mi paper para responder el reporte del referee (el más amable que he recibido en mi vida). Sin tener que hacer demasiados cambios, la semana pasada mandamos la respuesta, y con una rapidez que me sorprendió, ayer recibimos la aceptación. Así que ya vamos avanzando... tercer paper como primer autor, y primero directamente relacionado con la tesis actual. Ahora sólo queda enviar el segundo (que ya está casi casi), y con eso ya me dedico a escribir la tesis. Si todo sale como está planeado, en marzo del próximo año, me estaría trasladando a Valparaíso para empezar el post-doctorado, por otros dos años (así es... seguimos estudiando).

Además, he dedicado gran parte de mis tardes a aprender guitarra. Y parece que tengo “dedos para el piano”, porque he avanzado bastante rápido (claro que tengo a mi profesor particular, con dedicación muuuy especial jejeje).
El templo ya ha vuelto a la normalidad casi totalmente, salvo por las grietas en el baño (que la verdad es que no me importan) y una que otra replica, cada vez menos frecuentes y más suave, que tampoco me afectan ya. Aunque el terremoto si dejó una pequeña secuelita de salud en la piel,  lo que me llevó a hacerme exámenes, e indirectamente confirmar una sospecha que tenía hace algunas semanas… otra vez tengo anemia!!! Parece que estoy destinada a vivir con sueño… pero yo, sin tuto y ojeritas, no sería yo ^_^

lunes, 8 de marzo de 2010

Vuelvo a la normalidad

(o eso creo)

A vivir en mi departamento, no tan normal, que se cree barco. 
A dormir en mi cama sola, no tan normal, que se cree hamaca. 
Y despierto 4 veces en la noche, mecida por el vaivén de réplicas, amplificadas en un piso 12. 
Tras la cuarta me levanto, prendo la luz, un destello… Corto circuito! 
Reviso los tapones. Sólo fue una ampolleta quemada (dos de tres). Me conozco tanto... se que mientras quede una, las otras seguirán quemadas. 
Me preparo el desayuno, chocapic con café, como siempre. Pero no como siempre, ante el cielo negro, de un Santiago que aún no amanece. 
Aprovecho la mañana para remover el polvo acumulado en estos días, para dejar más habitable mi templo (nuestro templo zen). 
Cocino un choclo en el microondas, como nunca me gustó, como sólo la falta de gas obliga. 
Salgo al trabajo, camino por Vicuña, y espero la micro. Se demora un poco más de lo normal, pero finalmente llega. Sigue el mismo recorrido, mientras miro por la ventana, las casas, los negocios, los edificios, y esa iglesia que da nombre a la calle, hoy sin su cúpula. 
Llego a la oficina, tarde como siempre. Prendo el computador, y me siento a trabajar, pero no donde siempre, sino a un lado, mientras dos hombres, parados sobre mi escritorio, estucan grietas en la muralla. 
Me voy temprano, paso otra vez frente a la iglesia, de la que ahora cuelga un lienzo… “demolición”. 
Entro a un supermercado que sigue medio vacío, y compro la mitad de lo que necesitaba. 
Vuelvo a mi casa barco, y me duermo una siesta en mi cama hamaca, como nunca en un día de semana.

Después de todo, no era tan fácil volver a la normalidad, después de un 8.3

martes, 2 de febrero de 2010

Lyon 671

Hoy anduve en el viejo barrio...

No me sorprendió ver cerrada
la florería de la Meche.
Sin la Maca, sin Fernando,
sin señoras escogiendo ramos,
ni el vacío de color que produce,
su ausencia de flor.

Tampoco me extrañó ver cerrado
el kiosko de Manuel,
sin dulces, sin chocolates,
que azucaraban mi niñez,
ni revistas de monitos
que acompañaban mis tardes.

No llamó mi atención
el supermercado vacío,
ni las rejas de la calle,
pintadas hoy de azul,
sin nadie sentado,
sin mi perra asomando su cabeza.

Llegué frente a la casa
esa en la que crecí,
que habité más de veinte años
(22 para ser exacta).
Y ya no era roja,
la habían pintado de gris!

Ya no había pasto,
ni plantas que impidieran mirar.
Y la puerta estaba abierta.
Es que ya no era casa,
sino venta de repuestos,
de pájaros con motor.

Y me sorprende, no entiendo,
no me cabe en la cabeza
tanta herejía.
¿A quien se le ocurre
vestir de nostalgia
mi gran castillo rojo?

Quise pasar de largo,
con la vista nublada,
y no pude evitar mirar atrás.
Sentí humeda la mejilla,
giré otra vez, y seguí caminando.
Con un poco de gris en el alma.

lunes, 1 de febrero de 2010

01022010

Hoy es un día especial, en el que dan ganas de leer al reves... un día capicúa.

"Alli por la tropa portado
traido a ese paraje de maniobras
una tipa como capitan
usar boina me dejara
pese a odiar toda tropa
por tal ropilla"

O algo un poquito más simple, básico, clásico...
"Anita lava la tina"

lunes, 25 de enero de 2010

Será siempre... Algarrobo


Mi Algarrobo de infancia, mi litoral central,
con tu olor a pino, a eucalipto, a papas fritas del hoyo,
a brisa marina  y bronceador, con gritos de fondo...
pan de huevooo, maní-barquillo-cuchuflí,
a la isla a la isla, al canelo-canelillo.

Tus churros rellenos, algodón de azucar, y tus helados
(y don Moncho… lo de siempre? Menta bañado en chocolate).
Tus palmeras, pero no de aquellas.
De las tuyas, las autóctonas, las de dulce caramelo,
doradas, crujientes.

Tantos recuerdos,
de ferias, de libros baratos (que hoy ya no lo son tanto),
de rocas donde corríamos, saltábamos, nos perseguíamos,
(cochayuyo en mano los pequeños salvajes... el "latiyuyo").
Tantas noches de lectura, de verano, de festival y cartas.
Cumpleaños en febrero... con amigos, y torta de galleta.
Días de bicicleta, de escondites, casas en los árboles,
y la resina de algún pino, pegajosa,
adornando siempre mi cara, mi cara de mono.
Arañas, culebras, alacranes (lo se... era un niñito).

Tardes perdidas en tus juegos,
(profanados hoy por una sucursal de banco)
un pacman, una rana, un autito lanza humo
(y aún resuena en mis oídos su melodía).
Y mi madre, en la maquina del rincón, imbatible,
con una sola ficha... la reina del tetris!
Y más noches de playa, de fogatas, de frío en la espalda,
de arena en los zapatos (sacúdete antes de entrar al auto!).

Paseos repetidos, más nunca repetitivos.
Cuantas veces visitamos esa peña, la peña blanca
(mejor ni preguntes por qué es blanca).
Algarrobo norte y sus olas salvajes,
la puesta de sol (donde mejor que en Mirasol)
y vamos a Isla negra mamá. Si, otra vez
(que me hace falta una inyección de poesía).

Tantos años, y vuelvo (como siempre)
y sigues ahí, en tu versión de siglo 21,
tratando de parecer moderno (nunca!)
Con más edificios, menos calles de tierra,
mega construcciones y piscinas gigantes
sobre tus dunas de Algarrobo norte,
las mismas donde me deslizaba en un cartón,
una y otra vez, arriba y abajo.
Un upgrade a mi pueblo de infancia.
Más tu esencia es la misma,
tu olor a pino y eucalipto siguen inalterables,
y no puedo creerlo… aún existe la residencial Vera!

Y sonrío al bajarme del bus,
cuando reaparecen todos los recuerdos,
cargados de tonos rojizos
(ya sabes, como en las fotos de los 80’).
Y vuelvo a ser la niña con chapes en el pelo,
como en esa repetida foto, comiendo fonzies,
o la con cara de mono, llena de resina.
Y entiendo que nunca dejaré de visitarte,
Algarrobo de mi infancia,
Algarrobo de mi exilio…
siempre voluntario
            siempre necesario

y cada año más... disfrutado.



miércoles, 20 de enero de 2010

Relativo a la relatividad

Como entender que alguien me diga que las estrellas binarias (mis perfectas keplerianas) son aburridas, y tener que escuchar después una charla de una hora sobre... asteroides?
Asteroides!!! Basura espacial, los escombros de la creación, rocas sin siquiera la esférica forma de la perfección, flotando inertes en la nada, muertas. (Lo sé, lo sé... no flotan)
Y termina una charla más, otra en la que me he refugiado en mi propio mundo, y para mi asombro, hay preguntas. Es cierto!!! hay gente interesada en el tema, gente con curiosidad por las... ¿rocas?

Y una vez más, confirmo la relatividad de lo interesante, de lo aburrido, en todo sentido.
Y me voy a casa, a lo definitivamente no aburrido... para mi.

miércoles, 13 de enero de 2010

:)

Simplemente, hoy estoy feliz :P

jueves, 7 de enero de 2010

Taconazos en mi cabeza

Los tacones deberían estar prohibidos, al menos dentro de la casa. O quizás todos los zapatos. Quizás deberíamos seguir el ejemplo de los chinos y sacarnos los zapatos al entrar. ¿Que te crees, que lo hacen por higiene? No señor, es porque son dos mil millones de seres humanos apiñados en un solo país, y han evolucionado al punto de darse cuenta, que tienen que tratar de joderse lo menos posible. Porque una mujer en tacones, caminando sobre un piso flotante, puede joder como no te imaginas al pobre vecino de abajo. 8 de la mañana y me despierta un desagradable sonido, una especie de eco martillando en mi cabeza. Tardo unos segundos en reaccionar… los tacones de mi vecina de arriba, como tantas otras veces. Puedo imaginarla trajinando como enferma por toda la casa, buscando las últimas cosas antes de salir. Que se le perdieron las llaves, que donde está la billetera, el celular, la tarjetita vip, una última cepillada de pelo… y yo que anoche me acosté a las 4. No, no andaba de fiesta, no tenía invitados, ni una buena conversación telefónica, ni siquiera una por chat. Simplemente tengo el horario dado vuelta desde el año nuevo y se me fué la hora viendo videitos de youtube y comiendo un litro de helado de menta. ¿Y que? Si estoy de vacaciones, y por primera vez en años puedo hacer con mi tiempo lo que se me de la gana.
Al fin se escucha la puerta, y los tacones que ahora resuenan en el pasillo hacia el ascensor. Y trato de seguir durmiendo, justo a la hora que empiezan con las obras de reparación de la calle fuera de mi casa.