jueves, 1 de diciembre de 2016

Cosas que pasan con las cabritas

Siempre pensé que el primer hueso o diente roto sería por un porrazo, conociendo lo intrépido y medio loquillo que es mi enano. 
Pero quebrarse la paleta delantera comiendo cabritas en la "cinetón" del jardín, no, definitivamente no me lo esperaba. Y menos que no me diera cuenta hasta el día siguiente. Lavándole los dientes le digo:
- Franco te quebraste un diente!!!
y él con toda naturalidad y calma me responde:
- Ahhh, si, ayer con las cabritas 
(y ni a las tías del jardín le avisó). 

Al menos no le dolió, y ahora nos parecemos un poco más (aunque la mía si fue porrazo jajajaja)