Entramos juntos, conoció y miró todo y como a los 20 minutos me fui por media hora (pucha que me sentía rara, pero el ni se inmutó).
Cuando volví estaba fascinado encima de la tía jugando con un plumero. Y no había llorado nada, así que decidimos probar media hora más. Tampoco lloró, pero de ahí si preferí llevármelo, para que se acostumbre de a poco.
Cuando nos fuimos le hacía puras sonrisitas a sus tías nuevas jeje. Al final parece que es cierto que somos las mamás las que nos estresamos más. Seguro de aqui a dos semanas que yo entro a trabajar va a estar acostumbrado
No hay comentarios.:
Publicar un comentario