domingo, 30 de septiembre de 2007

Mirasol

Siguiendo con la necesaria recarga de baterías, partí este fin de semana con mi Janin a Mirasol.

El par de pastelas nos fuimos el viernes en la noche a pajaritos, para enterarnos allá de que no salían buses a Algarrobo desde ahí. Así que de vuelta al metro usach y ahí si había… aunque tuvimos que esperar casi 1 hora para el siguiente bus. Pero con mi Janin, el tiempo siempre vuela porque la conversa nunca ha faltado.
Llegamos allá como a las 11, jugamos cartas (“Ruminó”) y hablamos al lado de la chimenea como hasta las 3.

El sábado nos despertamos tarde, y decidimos ir a comer. Pero como nos cambia la vida, ahora era ella la que me invitaba a mí. Comimos en “los patitos”, y para recordar mi infancia en esos lugares, me comí una clásica escalopa con papas fritas. Luego un largo paseo por la playa, jugoseando y sacándonos muchas fotos poseras. No faltó el clásico paseo por las ferias artesanales, donde al final pillé un collar barato y bonito. Y la jugosa de mi amiguis se enamoró de una lámpara y la terminó comprando. Hay que decirlo… era bien bonita.
Cuando pasamos frente a los videojuegos, no pudimos evitar entrar a jugar un par de fichas. Aunque está todo muy cambiado. Cada vez hay menos videojuegos y más de esas maquinitas en las que juegas para ganar monedas. Obviamente no nos ganamos nada jeje.
En la noche mas juego de cartas (“uno”), bachillerato y yenga. El yenga derivó finalmente en dárnoslas de constructoras y empezar a inventar figuras. Y luego nos quedamos dormidas al lado de la estufa viendo una película (“Finding Neverland”).

Hoy despertamos como a las 12, pero la verdad es que hacía demasiado frió para salir. Así que nos quedamos en casita, comimos algo rico, ordenamos la casa y terminamos de ver la película. De ahí al terminal y de vuelta a Santiasco… pero con las pilas mas cargadas.Esperemos que esta recarga duré más que la anterior, aunque para eso tenga que faltar a reunión :P

Mañana tengo que entregar prueba de estadística… ¿a quien se le ocurre mandarnos una prueba para el fin de semana? Pero filo, lo pasé chancho, respiré aire puro, me reí montones, también lloré algo y saqué un poco de todo lo que me está pasando, para entender en parte que es lo que me tiene tan mal últimamente. ¿Para que quiero un psicólogo si mi amiguita logra sacar todo lo que tengo dentro?

Gracias amigui por la terapia gratuita :P

sábado, 22 de septiembre de 2007

Semana dieciochera

La semana dieciochera partió con un asado de Asia-Team en el intercomunal. Siguió con una visita en familia al parque Inés de Suárez y terminó con una visita a la recién inaugurada casa de mi tía en Nos, donde por la tarde subimos al cerro. Como esperaba, comí harto choripán, e incluso comí unos churros rellenos de manjar que hace mucho no veía. Pero definitivamente me quedé con un sabor de “me falta un poco de naturaleza”.

Por eso hoy fuimos con Zelaya al asado de Cristian, en el San Cristóbal, para celebrar su venida a Chile y aprovechar el "18 chico". A la vuelta, decidimos tomar el teleférico hasta la virgen. Hace demasiados años que no me subía, y me sentí increíble, como si toda mi infancia se hiciera presente. Y para bajar, rematamos con el funicular. Además dejamos pendiente una visita más aventurera y ejercitada al cerro, para subir a la antigua, es decir… a patita.

Increible lo que un poco de naturaleza puede hacer para recargar las baterías.

jueves, 13 de septiembre de 2007

no da ni pa titulo... jugo

Los comas debieran ser un derecho de todo ciudadano. ¿Sería lindo no? Llegar a un hospital y decir... "póngame en coma 2 meses". Y ya... despiertas cuando quieres.

¿Toy hablando tonteras cierto? mmm... no me pesquen. Solo fue un mal día, o una mala semana... quizas ya sea casi un mal mes. Y ya no me da pa disimularlo. Pero al menos sigo confirmando una teoría... cuando veas que alguien está evidentemente mal, no preguntes "¿Que te pasa?".

¿Es que acaso no es evidente?

martes, 4 de septiembre de 2007

Porque me gusta el agua


Primeros días de septiembre y ya se empiezan a sentir los aires primaverales. Es un mes hormonal, como dijo Iván Torres, que intercala los días fríos con los cálidos. Y para una lagartija amante del sol como yo, ver sus rayos en la mañana es motivo para sonreír.
En las calles ya se notan las diferencias. Hemos ido dejando de lado las parkas, y a la salida del metro Santa Isabel, ya no se instalan a vender bufandas y gorros… ahora venden coloridos collares. Jonny se aparece con sus pantalones amarillos, y pregunta si vamos a hacer una fiesta de la primavera. Y mi pesimismo invernal característico se va convirtiendo paulatinamente en optimismo.

Hoy fui al Jumbo a comprar pilas para la cámara, y aproveché de canjear unos puntos. Canjeé un purificador de agua “brita”. En la tarde venía en el metro pensando en llegar rápido para hablar Aldo, pensando en que le iba a contar que ahora ibamos a tener agua rica. Pero entonces me lo imaginé diciéndome que no encontraba diferencia de sabor, y que el agua no sabe a nada. Ahí mismo me dio un ataque de risa, y un niño de unos 5 años, con cara de duda, se me acercó y me preguntó: “¿Por que se ríe?”… pensé dos segundos y le respondí: “Porque me gusta el agua”. El niño se fue con cara de susto. De seguro que pensó que yo estaba loca, pero no podía explicarle a un niño lo que se siente extrañar hasta las mañas