Y como algua vez escuché, parece que el dolor te hace crecer. Y hoy, nuestro pequeño gigante nos pidió dormir en su propia pieza, dejando eso si su cama de siempre en la nuestra por si nos quería venir "a visitar" de noche, o para cuando vinieran visitas que necesitaran usar su pieza.
Juntos pusimos la cama pequeña que esperaba esta ocasión, ordenamos, y les cambiamos el nombre a "la pieza de dormir" y "la pieza de jugar", para pasar a llamarlas "la pieza de los papás" y "la pieza de Franco".
Será un mes de muchas curaciones (pero ahora conmigo tomando su manito, según prometió el cirujano), de calor, de piscina guardada y arenero cerrado, sin taller de verano, ni bicicleta, ni guerras de agua. Pero tendremos helados para el calor, puzzles y muchos lápices, bloques, legos, memorice, ludo, pistas de tren, y paseos igual (aunque sean a upa).
Terminé el año con dolor, con rabia, con impotencia y rebeldía... pero ahora que recuerdo su carita mirando hacia arriba en el momento en que la cafetera se rompió, parto este nuevo año agradeciendo que hayan sido sus pies, y no esos ojitos que me iluminan la vida. Y con confianza en que la piel de los niños regenera más rápido. Será un mes duro, si, pero que estaremos mas juntos que nunca.